Sexualidad y Valores

miércoles, 3 de octubre de 2007

Usted me dirá que eso se debe educar en la casa, y yo le respondo que si, que es verdad, pero la misión de educar a los hijos con tantos medios en contra es ciclópea, por no decir Quijotesca.

Por Ricardo Gómez

Debo confesarle que a veces pienso que la batalla está perdida. Cuando veo absorto la forma en la que los medios de comunicación han reducido nuestros valores, me da la impresión de que nos tapó el agua.
La mujer ha sido reemplazada por féminas que siempre están al borde del orgasmo, sin importar si aparecen como secretarias, bailarinas, obreras o lo que sea, y siempre con una perpetua cara de deseo reprimido, con la boca entreabierta.
Para nuestros mercaderes mediáticos, la mujer es solo un conjunto de músculos que deben poseer ciertas medidas y altura prediseñada, caso contrario quedará relegada de las normas utilizables. Y para colmo, muchas de estas féminas, carentes por completo de valores verdaderos y neuronas que las sostengan, entran en ese juego perverso de encajar dentro de las normas que algunos varones libidinosos proponen arbitrariamente.
Esto va en detrimento de valores y comprensiones que están incluso en nuestro ser interior. Hasta las células más importantes del cuerpo, aquellas que “dirigen” a las otras a formar las distintas partes del mismo, son llamadas “células madres” tal el verdadero valor que la mujer tiene. Y uno hace la analogía de los hermanos que pelean hasta que la madre llega, y soluciona todo abrazándolos a ambos. Tal vez el mundo andaría mejor si resaltáramos más la imagen de la mujer como madre, y no tanto como la vedette devoradora de hombres y buscadora permanente de orgasmos.
Y todo fluye dentro de un ir y venir de obscenidades, cada vez más y más zafadas. Los límites ya han sido trasgredidos todos, no queda nada que no hayamos visto, y si no lo vio, espere, déles una oportunidad, faltan solo 6 meses para que el año termine. Y uno se pregunta hasta dónde llegarán en este derrotero de procacidades sin fin. Ya nada les alcanza, dentro de poco veremos un desnudo completo en horario central, todo encubierto arteramente por la llamativa y caprichosa definición que algunos tienen de lo que es el arte. Cuando yo era chico una señorita en paños menores (o sin paños) tenía otro significado, como cambia todo, ¿no? Y una vez que estén desnudos, aprovecharán el mismo arte para ponerse a hacer la actividad más vieja del mundo frente a las cámaras, en horario central y pendientes del “minuto a minuto”. Pero no se sonroje, eso será arte, no una mera fornicación por dinero.
Para un padre de familia se hace cada vez más complicado enseñar valores en su casa. Con mi esposa le hemos inculcado a nuestra hija el valor de llegar a ser alguien como consecuencia del trabajo y del estudio. Sin embargo, ella ve que algunas chicas de su edad no saben cual es la capital de Francia, pero son modelos y terminan conduciendo sendos programas junto a otros modelos tan vacuos y carentes de lógica como ellas. Por suerte y gracias a Dios, nuestra hija salió muy centrada, porque si no sería muy compleja de explicar esta situación.
Para la mayoría de los mercaderes mediáticos el sexo es visto solo como medio para alcanzar el placer, sin medir las consecuencias de tener una relación sin responsabilidad. Usted me dirá que eso se debe educar en la casa, y yo le respondo que si, que es verdad, pero la misión de educar a los hijos con tantos medios en contra es ciclópea, por no decir Quijotesca. Tengamos en cuenta que en muchos hogares los padres no están en todo el día, y los chicos tienen acceso a programas de dudoso contenido. Y no me refiero a que estén solos en sus casas a las 3 de la mañana, no, algunos programas chimenteros de las 3 de la tarde se la pasan mostrando un desfile de prostitución y degradación que pareciera no molestar a nadie. Cientos de voces se han levantado en contra de estos programejos, es cierto, pero nada se ha conseguido aun. Seguramente el COMFER hace un pingüe negocio cobrando las multas de los programas zafados, programas que, justamente, pueden pagar esas multas con facilidad, ya que son los más vistos. No me haga caso, yo soy un tipo muy mal pensado.
Nuestros hijos están siendo bombardeados con sexo durante la mayor parte del tiempo. Y si no me cree mire las cosas que ellos ven, solo para probar. Los pobres pibes están siendo sobre estimulados constantemente por películas, jueguitos, canciones, videos, comerciales etc. Como para que no anden como locos, pobrecitos. Y la culpa es de los mayores, como siempre. A los mercaderes piratas les importa un cuerno la salud reproductiva y sicológica de su hijo, solo quieren vender su producto. Así que si usted y yo no nos preocupamos, ¿quién lo hará?
En el medio de este libertinaje reinante llegó a mis poder una página de Internet hecha por unos amigos. La misma toca justamente este tema de la sexualidad y los valores, y debo reconocer que me ha traído una brisa de esperanzas ante un panorama tan oscuro y sofocante. De dicha página pude bajar un manual sobre el tema en cuestión que es de mucha utilidad para aprender como educar a los jóvenes en este tema tan difícil que es la sexualidad. Allí se dice que el amor sexual es una energía, y como tal debe ser controlada para evitar estragos. Esta enseñanza dista tanto de lo que uno ve a diario, y tal vez para algunos la misma sea una Cruzada perdida antes de haber comenzado, sin embargo, a mi me llena de alegría saber que hay personas que parecieran estar remando contra la corriente. Una vez escuché a un amigo de nombre Ricardo Ayerza decir que la mayor parte de las personas hace las cosas mal, por eso su consejo fue que debíamos unirnos a la minoría, hasta que esta se convierta en mayoría. La idea me pareció revolucionaria, y me parece que estas personas son Quijotes modernos, luchando en contra de una sociedad mayoritaria que pareciera tirar hacia otro lado. Sin dudas forman una minoría, pero si tan solo cada uno de nosotros pudiera tomar estas ideas como propias y aplicarlas en nuestros hogares, no se, tal vez las cosas empezarían a cambiar de color, y nosotros nos podríamos convertir en una mayoría.
La página es: www.sexualidadyvalores.com.ar/ Me pareció positivo el emprendimiento, y hubiera sido muy egoísta de mi parte no compartirlo con ustedes. Espero que les sea de utilidad. Recuerden que la única batalla que se pierde es aquella que se abandona.

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