Ror Santa Ortega Gutiérrez
Sexóloga y sexoterapeuta
Hay muchas razones por las que el sexo anal es visto con rechazo. Se le ha etiquetado como un acto “desviado y antinatural” muy probablemente porque es un acto no reproductivo cuya único fin será entonces el placer, lo que va en contra de la postura de muchas religiones para las que el acto sexual debe tener como única finalidad la procreación.
Por otra parte, también existe una actitud negativa hacia ciertas partes del cuerpo y el ano tradicionalmente se relaciona con la defecación, con lo sucio y los desechos. También las relaciones anales son consideradas como relaciones de poder, expresión de dominación y sumisión.
Sin embargo, el ano puede ser una zona extremadamente erógena, pues dentro de éste se encuentran muchas terminaciones nerviosas, por lo que su estimulación tanto en varones como en mujeres puede resultar muy placentera. Además, la tonicidad normal del esfínter anal permite una mayor fricción del pene y en consecuencia un aumento de la sensación placentera en el varón, cuando éste es el que penetra.
El sexo anal no es una práctica exclusiva de los varones homosexuales, aunque así se ha pensado frecuentemente, idea que ha limitado el que varones heterosexuales opten por ella. Se trata más bien de una alternativa que eligen y disfrutan muchas parejas como una forma de incorporar variedad al repertorio de prácticas sexuales. Y esto es independientemente de su preferencia sexo-genérica, es decir, puede haber estimulación y penetración de varón a mujer y también de mujer a varón, con el uso de los dedos o algún vibrador, y de mujer a mujer de la misma manera. Muchos varones disfrutan del sexo anal porque a través de él se logra la estimulación de la próstata.
Tanto la incidencia como la frecuencia del coito anal han aumentado de manea notable o quienes lo practican lo reconocen ahora más abiertamente. Las revisiones de las investigaciones de Kinsey (1948), hechas por Gebhard y Johnson, indican que 10% de las parejas matrimoniales estadounidenses habían practicado el coito anal alguna vez; Hunt (1974) encontró que casi una cuarta parte de los matrimonios menores de 25 años habían tenido esta experiencia en el año anterior a la encuesta y que un poco más de la cuarta parte de los matrimonios menores de 35 años habían practicado la estimulación lingual del ano alguna vez. Hite (1976) reportó que alrededor de la mitad de las mujeres de su muestra disfrutaban el contacto anal: cerca del 4% preferían sólo el acto anal, aproximadamente el 30% preferían la penetración con el dedo y 30% la penetración con el pene. La investigación realizada por Heli Alzate en estudiantes universitarios/as colombianos/as, con una edad promedio de 23 años y con experiencia coital vaginal, muestra que el 25% de los varones y el 21% de las mujeres han practicado el coito anal.
Una forma de iniciar esta práctica es auto-explorando progresivamente el ano, primero su sensibilidad externa y después realizando una estimulación más directa. Puede hacerse manualmente o con juguetes sexuales. Esto permite tener un mayor auto-conocimiento y una vez familiarizado/a con estas sensaciones se puede comenzar a experimentar con la pareja, lo que facilitará el poder disfrutarlo.
Algunas de las recomendaciones que se pueden hacer son:
- Usar condón (ya los hay especialmente para el sexo anal), guantes de látex o dedales.
- Utilizar suficiente lubricante a base de agua para facilitar la penetración.
- Jamás penetrar la vagina o la boca después de haber penetrado el ano para evitar cualquier tipo de infección.
- Procurar un estado de relajamiento a través de besos, caricias, acercamientos suaves y graduales en el área anal.
En este punto se vuelve muy importante la paciencia y la comunicación entre la pareja, donde pueda hablarse de cómo van siendo las sensaciones, qué movimientos o ritmos se desean, etc.
El contacto anal es una expresión sexual más, a través de la cual las personas pueden manifestar la gran capacidad de dar y recibir placer. Es finalmente una práctica que cada pareja decidirá a partir de la comodidad y el respeto entre cada uno/a.


No hay comentarios:
Publicar un comentario